Erasmus en Irlanda: información para que tu experiencia sea la mejor

• Para solicitar el intercambio necesitas una carta de motivación y una transcripción del expediente académico.
• Tienes que rellenar el Learning Agreement online, para seleccionar las materias que vas a cursar.
• Hay algunas instituciones que piden certificaciones de un nivel avanzado de inglés, pero otras no. Tienes que ver cuál es tu caso.
• Dependiendo del país del que provengas, puede que necesites una visa o no. Por ejemplo, países de la Unión Europea y otros como Estados Unidos o Australia no necesitan una visa. Sin embargo, los estudiantes de estos dos últimos países necesitan registrarse en el Servicio de Inmigración (Irish Naturalisation and Immigration Service - INIS) una vez en el país.
• Todos los estudiantes de fuera de la UE o Suiza, y que se vayan a quedar más de 90 días en Irlanda, tienen que registrar su permiso de inmigración en la oficina local de inmigración. Con esto deberían entregarte un Permiso de Residencia Irlandés (Irish Residence Permit -IRP).
• Se requiere un seguro médico válido para la estancia en el país. Los estudiantes de la Unión Europea pueden llevar la Tarjeta Sanitaria Europea.

En primer lugar, las instituciones educativas irlandesas, como Trinity College y University College Dublin, ofrecen programas de alta calidad y un entorno académico estimulante. Vas a tener acceso a enseñanza de primer nivel junto a estudiantes de distintas partes del mundo.

Cursar parte de tus estudios en Irlanda te da la posibilidad de sumergirte de lleno en un país de habla inglesa, en el que vas a poder practicar y mejorar tu inglés al máximo. ¡Por eso es recomendable hacerte amigos que sean de distintas nacionalidades a la tuya! Así utilizas el inglés lo más posible en el día a día. Eso sí, si al llegar no les entiendes mucho a los locales, no te preocupes, tienen un fuerte acento al que te vas a acostumbrar rápidamente.

Otra de las razones por la que estudiar en Irlanda es adentrarte en la cultura local. Parte de ella refleja la hospitalidad de los irlandeses, que son muy amigables y amables con los extranjeros. Una de las actividades favoritas de los locales que no te puedes perder: ir a un bar, pedir una “pint of gat” (pinta de Guinness) y disfrutar de la música en vivo.

Si eres aficionado a la historia, en la Isla Esmeralda vas a encontrar una gran cantidad de sitios interesantes para visitar. Desde la imponente Roca de Cashel en Munster hasta los antiguos monasterios de Glendalough en Leinster, cada rincón del país respira historia. Además, la región de Boyne Valley en Leinster, con sus tumbas megalíticas y el sitio arqueológico de Newgrange, proporciona un viaje en el tiempo inolvidable.

Por su parte, Dublín es un paraíso para quienes disfrutan de explorar ciudades. Desde recorrer las calles empedradas de Temple Bar hasta disfrutar de la arquitectura georgiana en Merrion Square, la ciudad ofrece una mezcla única de historia y modernidad. Las boutiques en Grafton Street y los mercados como el de George's Street Arcade atraen a aquellos que disfrutan de las experiencias urbanas. Asimismo, hay otras ciudades atractivas para los urbanitas, como Limerick, Galway y Cork.

Para aquellos que buscan emociones y paisajes impresionantes, la región de Connemara en Connacht es un paraíso para los aventureros. Aquí se pueden explorar los Twelve Bens, realizar senderismo en la península de Renvyle o embarcarse en actividades acuáticas en la bahía de Killary. Además, la costa atlántica y los acantilados de Moher, en Munster, ofrecen oportunidades para practicar surf y disfrutar de panoramas asombrosos. La isla de Achill, en Mayo, proporciona aún más opciones para los amantes de la naturaleza y la aventura. ¡Los irlandeses disfrutan del aire libre a pesar del clima! Seguro te acostumbras a ello rápidamente con la ropa adecuada.